Lo segundo, explicarles que el hecho de no trabajar ya desde el ámbito y la óptica de una institución dedicada exclusiva e íntegramente a la formación (Escola d'Administració Pública de Catalunya) sino haberme integrado en una organización "sectorial" que persigue unos objetivos concretos de intervención política y social (l'Institut Català de les Dones) me ha permitido ver algunas cosas que resumiría de la siguiente manera:
- Cuando el objetivo estratégico de la organización está tan claro, la Ley 17/2015 de Igualdad efectiva de mujeres y hombre obliga a las administraciones públicas catalanas a capacitar para conseguir que se aplique de forma transversal la perspectiva de género, lo único que hay que hacer es ponerse manos a la obra.
- Cuando existe un sector y un clamor social que exige que esa la Ley se aplique, como en nuestro caso los movimientos feministas y asociaciones de mujeres, que denuncian las desigualdades, discriminación e injusticia que reproducen las políticas públicas si no se revisan a fondo, la prescripción normativa deja de ser un desideratum y se convierte en un grito en la calle.
- Es entonces cuando se entiende perfectamente el papel de la "sensibilización", "capacitación" y otras formas de llamar directamente a la necesidad de que se generen cambios reales en las actitudes y los comportamientos de las personas que prestan servicios en lo público. Los resultados de la "formación" dejan de ser un deseo y se convierten en una obligación y no hace falta que me extienda sobre la urgencia de formar a quienes tienen en sus manos la gestión de procesos judiciales y policiales para abordar las violencias machistas.
- Naturalmente, hay que usar todas las estrategias posibles para convencer de las ventajas, la necesidad y la obligación de cambiar. Y en "todas las estrategias" entran también las formativas y de aprendizaje, y se ve todo el sentido y la necesidad de dar apoyo a las redes de profesionales que se autoorganizan para compartir conocimiento y mejorar el servicio que prestan (como los Serveis d'Informació i Atenció a les Dones ) a las comunidades que diseñan protocolos de forma colaborativa o a la formación planificada de toda la vida, enfocada a la transferencia, tal como diseñamos con @CodinaSylvia @mireia.plana y @scTeresa
- Este enfoque a la transferencia basada en evidencias es el caso de nuestro Pla director de formació en equitat de gènere 2017-2020 que prevé, entre otros, el no poco ambicioso objetivo de conseguir que el 25% del personal directivo y de mando de todas las administraciones públicas catalanas sepa como transversalizar las políticas de género para el 2020.
- Las políticas a cambiar son muchas y urgentes, las personas a implicar aún son más y la palanca de la formación "tradicional" basada en la práctica, y orientada a la transferencia a la realidad profesional está dando buenos resultados. Algunos de ellos ya puestos en marcha, como la Guía para la introducción de la perspectiva de género en la planificación en salud o el Protocolo para luchar contra las violencias sexuales del Departament d'Interior. Siempre con la colaboración de @eapccat
------------------------------
Os pongo enlace de una magnífica respuesta de Jesús Martínez para seguir profundizando!